Das 365 vueltas a mi cabeza cada año, 31 al mes, 7 a la semana, 24 al día y 60 al minuto.
Con un solo gesto, puedes hacer que sea feliz para el resto de mi vida. Un solo beso que me devuelva a la realidad. Que me devuelva contigo, a tu lado.
Y es que cuando te veo, la piel se me pone de gallina, me sube la adrenalina, como si me hubiese colocado a besos tuyos, y me encuentro como en el paraíso.
Luego llega la parte en la que tengo que saludarte, que es para mi un vicio inconfesable, es como el principio de mi historia, es lo que me hace abrir los ojos y decir: cada día estás más guapo.
Después comienzo a temblar, no sé qué decirte, pero una mirada es suficiente para que te des cuenta de lo que te quiero, me brillan los ojos...
Y más tarde es cuando siento que debo darte un abrazo para que no te escapes de mi lado, para que no te vayas como la última vez, para que no me dejes sola. Y siento que te necesito cerca, que no es solo quererte, que estoy dispuesta a amarte para siempre.
Tal vez, no sea la chica más guapa del mundo, tal vez no, pero puedo llegar a hacerte sentir la mejor persona del mundo cuando estás a mi lado, puedo hacerte sonreír cuando estás mal, puedo apoyarte, llorar contigo si hace falta cuando lo necesites. Puedo hacer eso y más, y todo lo hago por ti.
Bailamos al son de ninguna canción, esperando al lado del reloj la hora de irnos a casa, la hora de despedirnos. Pero no llega, y nos quedamos ahí como una pareja solitaria, comenzamos a hablar, de nosotros.
Acabo de decirte que te quiero, y nuestros labios se funden en un beso, un beso apasionado, y pronuncias mi nombre con esa voz que me encanta, y me dices que me quieres, que quieres pasar cada momento a mi lado, protegerme de los problemas y perderte conmigo por el mundo... Yo comienzo a llorar, no puedo, es el sueño perfecto, es lo que siempre había querido.
Y de repente, me dices que te cante al oído, y lo hago, te canto tu canción favorita, y te encanta.
Es un cuento sin final, porque nosotros no vamos a darle final a una historia que no la tiene, somos infinitos.
Muy requetebonito. Un abrazo.
ResponderEliminarMaría José