domingo, 14 de diciembre de 2014

Caótico desastre emocional.

Soy tan transparente
que puedes ver en mí
las lágrimas de cocodrilo
y las ojeras de insomnio.

Soy tan transparente
que me pondría ahora mismo
a gritar tu nombre
seguido de un «te quiero».

Soy tan tonta... perdón,
tan transparente
que podrías pedirme que
me bañase en el mar
con mis sentimientos al desnudo
y lo haría.

Soy tan victimista del amor,
que hasta el propio Cupido,
dejó de clavarme flechas
para empezar a hacerlo
con cuchillos.

Soy tan patética
que cuando tengo ganas de llorar
me escondo en la ducha
para que no se note.

Soy tan pasional...
pero tan, tan pasional...
que quise acabar este poema
con algo especial
y solo se me ocurrió
una simple y dichosa frase
caótica:
me haces falta.

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