Declaro abierta la jornada de puertas abiertas a romperme el alma, porque eso es lo que estáis consiguiendo todos con vuestros detalles, abusando de mi buen carácter y abusando de mi corazón, que roto en trozos ahora yace sobre el colchón, ¿y quién piensa arreglarlo?
No entiendo qué me pasa ni por qué. No entiendo el por qué de mis sucesivas noches en vela y por qué se dibujan en mi cara lágrimas si lo que quiero es todo lo contrario, sonreír. Trato de entender por qué tengo tantas pesadillas las horas que consigo dormir pero no, no tiene una explicación.
Quizás el mundo se ha vuelto en mi contra (más aún).
Digamos que no estoy pasando por mi mejor momento. Digamos que lo de ser una ignorante para intentar ser feliz no me ha dado resultado porque las repercusiones han sido peores que los remedios que he impuesto. Digamos que me hace falta un cambio.
"¿Qué cambio?" Mi mente pregunta sin cesar.
Estoy cansada de la misma historia de siempre. Que sí, que el amor no lo es todo, que la amistad y la familia también son importantes, pero, ¡soy una romántica! Amo cada cosa que veo, siento, o hago. Amo la música, leer, escribir,... amo el mundo y amo también a las personas.
He aspirado a amores platónicos y he conseguido llamar su atención. He intentado que Noviembre se me borrase de la mente. Lo he intentado de veras, pero... no consigo eliminarlo.
Tal vez si viviese en otro mundo... otro mundo donde el color verde reinase sobre las cosas y no el negro y el gris, joder, ¡qué cansada estoy de esos colores!
También he pensado en mandarlo todo a la mierda, tirar la toalla y desistir, pero yo no soy así, soy competitiva, soy luchadora, soy trabajadora, soy realista, soy yo y voy a luchar, porque me gusta, me encanta entrar en disputas entre el corazón y la razón, debatir si estoy o no enamorada, oírles discutir, entrar en un diálogo que se basa en "hazlo", o "no lo hagas" y que al final tenga más partidos ganados el corazón, porque me gusta ser pasional.
Instintivamente estos días he reconstruido mi mente y he conseguido ver que es muy difícil olvidarse de una persona a la que ves prácticamente todos los días, pero también he logrado aprender que si un libro me cansa... por mucho que pase de página, la siguiente no va a ser mejor porque seguirá siendo malo, así que tengo que cambiar de libro. Elegir otra persona que llene mi traumatizado corazón. Me lo han roto tantas veces que no me dolería otra vez más... me han decepcionado tantas veces que estaría dispuesta a acostumbrarme si por lo menos me asegurasen que no iba a pasar las noches de insomnio sola... todo sería más fácil.
Ojalá pudiese manipular a mi corazón y avisarle de que no vuelva a enamorarse en mucho tiempo, repetirle cuantas veces haga falta que se olvide del dichoso mes de Noviembre y de sus consecuencias, y acariciarle de vez en cuando para que se tranquilice... Ojalá.
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