Qué bonito me pareces a estas horas con el vodka,
Oasis de fondo, y nuestras fotos delante.
Tú, que eres mi salvapantallas (o mi salvavidas
ahora que no me estás leyendo).
A ti que te echo de menos las noches en vela, los
sábados que me quedo en casa sin ganas de salir a darlo todo, con un cubata en
la mano y en la otra un libro sobre cómo lograr querer sin haber sido querido
antes, que se narra en forma de poesía mutilada por los ojos de un viandante
sin camino, y que está retractada en los versos perdidos de un navegante sin
rumbo fijo, sin brújula, en medio del océano de sus propias lágrimas de poeta
enfurecido que daría la vida (y su barco) por lograr que alguien lea su
retahíla de versos, por sentirse escuchado en verso y prosa, por sentirse amado
por una dama con un vestido del color de las rosas, y que tenga una
personalidad narcisista. Porque dicen que no hay nada mejor que ganarse el amor
de un narcisista; imagínate que alguien con esas características logre amarte
de la misma forma en la que se ama a sí mismo. Debe ser algo maravilloso.
Ay, el amor…
Hay noches en las que me gustaría simplemente
comentar sin ningún problema cómo me siento.
Y esta es una de esas noches en las que quiero
desnudarme entre versos, porque sé que pocos me leéis, y apenas la mitad de
vosotros me entiende.
Creo que soy mitad oscuridad y mitad luz; y cuando soy
oscuridad todo me gusta más, es como si, al ser oscuridad y luz a la vez, yo
brillara en la oscuridad, y al ser luz, desapareciera en ella en forma de
sombra.
No sé si me entendéis, tampoco pretendo ser
entendida.
Soy algo que no sé explicar de otra forma que no sea
esta.
Amo mucho, pero nadie me ama. Y eso duele. Y cuando
me siento querida es bonito, pero al segundo, noto como si quemara, como si al
final de todo tuviera miedo de arder yo sola. Como… si nadie fuese capaz de
morir por mí.
¿He marcado a alguien en la vida? Esa es mi
pregunta. Y con “alguien” me refiero a alguien del sexo opuesto.
¿Algún chico me ha visto como la luz o la oscuridad
al mismo tiempo? Si alguien ha conseguido eso alguna vez entonces era el amor
de mi vida. Pero aún no lo he encontrado, o no ha querido que le encontrara
todavía.
Aun así, nadie quiere ser mi oscuridad. Todos
quieren ser luz, se creen que así resaltarán más…
Pero en mi oscuridad, la lista de chicos a los que
he querido de verdad (quizás sean menos de los que os imaginéis), han brillado.
Y yo he estado en la luz de todos esos chicos como una sombra. Casi invisible.
Y pisoteada. En el lado contrario de donde me gustaría haber estado.
Solamente quiero ser la oscuridad de alguien y
brillar más que nadie junto a esa persona. No voy en búsqueda del amor eterno.
Voy en búsqueda de la convivencia, de la supervivencia junto a una persona, de
amar y sentirme amada, de elegir decisiones con otra persona, de poder
reescribir los libros de Historia con alguien.
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