Un café y unas cuantas palabras redactadas en un cuaderno que nadie va a leer...
La noche se consume como el cigarro que nos fumamos a pachas aquella tarde de invierno. Hace una noche espectacular para comenzar a olvidarte, pero no quiero.
Me comparan el cielo con tus ojos y yo les digo que tus ojos son más que eso, van más allá de su color, la manera en la que miras con ellos es mil veces mejor.
Creo que la cafeína me afecta, son las 5:22 de la mañana y estoy a un sólo 'clic' de llamarte y decirte que te extraño. A un sólo 'clic'...
No me atrevo. Una lástima... Tan sólo miro tu perfil unas dos veces más antes de ir a dormir y... satisfecha. Como siempre. Como cada día desde que no te he vuelto a ver, como cada madrugada.
La persiana de mi habitación ilumina por partes mis piernas, y la pared donde solía colgar nuestras fotos... Qué recuerdos.
Ahora a penas un par de pósteres sobre la vida de un rockero y la foto de la graduación, que tanto recuerdo.
Añoro esos días de invierno con sabor a verano y los besos largos con sabor a 'te quiero'.
Echo de menos un poco de cariño y algunos abrazos que hacían el momento infinito.
Te echo de menos, ojos de cielo.
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