viernes, 30 de marzo de 2012

Nuestra sonrisa.

Es tan fácil sonreír y tan difícil hacerlo de verdad.
A veces conoces el por qué de tu sonrisa, y quién la provoca, pero otras veces sonríes solo por quedar bien, porque aunque todo te va mal, siempre tienes la capacidad de estar aún con lágrimas en los ojos y decir con una sonrisa: "estoy bien".
Porque aunque tu mundo se caiga, o se rompa en pedazos, siempre está él para sujetártelo o para pegarte con celo los trocitos rotos.
Y siempre está él para que tu sonrisa parezca cada día más bonita, más grande, más verdadera.
Y sabes que es él el elegido porque es el único que puede hacerte reír cuando estás llorando, cambiar tus lágrimas por besos y caricias, y esos abrazos que solamente él sabe dar.


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