domingo, 16 de septiembre de 2012

El mundo cruel.

¿La realidad? La realidad es que no se puede vivir de ilusiones, que corren malos tiempos para los soñadores y que de pronto, te das de cara con la vida real.
"¿Por qué la vida es tan cruel?" Nos dedicamos a pensarlo todos. ¿Por qué? Porque vemos las cosas de una  forma distinta a la que son, soñamos con cosas imposibles que jamás pasarán y nos invaden con falsas promesas por todos los sitios.
Siempre nos engañamos a nosotros mismos para sentirnos bien, pero después llega ese día en el que te das cuenta de que te has estado mintiendo a ti mismo todo este tiempo, y comienzas a sentirte mal, entonces, te haces débil...
Caras tristes, sonrisas caídas y todo por culpa de no poder ver cómo es el mundo en realidad. Por eso, tenemos que enfrentarnos al mundo tal y como es, sin engañarnos, sin vivir de ilusiones, sin creer que todo va bien...


lunes, 10 de septiembre de 2012

Ya no sé qué hacer.

Salgo a la calle, y lo primero que pienso, es tu nombre.
Mis ganas de verte, las noches pasadas inventándome tu voz, pensando en tu mirada, y ya no puedo aguantarme.
Poco a poco los días se nublan, y con ello, pasan a ser menos las veces que te veo por ahí, por lo tanto, son menos sonrisas y menos miradas dedicadas a mí. Quizás ya te hayas echado novia.
Sí, pasan los días, mis ganas de verte aumentan, tengo sólo quince años, para dieciséis, pero... Existe una posibilidad, por pequeña que sea, en la que puede que me haya obsesionado por ti.
Pero dejarte escapar no estaba en mis planes, y es lo que ahora mismo estoy haciendo, estoy dejando que pase el tiempo, sin hablar contigo, tantas veces que he ido a verte al trabajo, para ahora tirar la toalla. Tampoco entraba en mis planes pillarme de ti... Ni recordar tu sonrisa todos los días de mi vida.
Ahora las noches se me hacen largas sin poder verte, ya no es lo mismo, sueño con tu sonrisa perfecta, tus ojos grandes y marrones, y tus tatuajes. Ahora ya no es lo mismo, no son sonrisas y miradas, son caras tristes y sonrisas falsas.
Tú sí tienes algo por lo que vivir, yo no tengo nada, me encuentro en lo más bajo de la Tierra, y seguramente no encuentre un camino que vaya recto hacia la felicidad. Aunque tal vez me esté obsesionando y mi felicidad no seas tú, no lo sé, ni siquiera sé lo que voy a hacer si te vuelvo a ver.



lunes, 3 de septiembre de 2012

El chico de los tatuajes.

¿Cómo puedo explicar ésto?
Digamos que es un amor imposible, una obsesión con tus tatuajes en los brazos irresistible, una montaña rusa que no me deja en paz.
Tú estás ahí dentro, sin poder hablarme, me miras y sonríes, pero eso no me vale.
¿No te das cuenta de que cada vez me gustas más? Que puede parecerte una tontería, pero lo único por lo que entro en ese sitio es para verte a ti, ya me sé de memoria todos tus horarios, y aunque estés trabajando, cada vez que entro y me ves, noto cómo tú pones toda tu atención en mí, pero... ¿por qué sólo en mí? ¿No ves que hay chicas más guapas que también te miran? ¿No te das cuenta de que tus compañeras de trabajo son más altas y más guapas que yo?
Me siento impotente, de no poder ir, y decirte algo, pero en todo caso: ¿qué iba a decirte?
Yo, una chica de dieciséis años, a un chico de quién sabe cuántos, ¿diecinueve? ¿Veinte? O incluso más de veinte...
Sí, mis amigas se ríen cada vez que les hablo de éste tema, pero, ¿qué pasa? ¿No puedo soñar?
Y yo las entiendo, porque sí, ir a tomar un café sólo para verte, no es normal, pero me siento a gusto, ¿no lo entendéis? Para mí no es un solo flechazo de decir: "Qué bueno está, me gusta." Y punto. No es solo eso, es haber cruzado miradas, y sonrisas con un chico que me atrae, y sí, de momento sólo es físicamente, pero quiero conocerte.
No sé si dejarte una nota y marcharme corriendo, no sé a qué hora sales al descanso, lo que sí sé, es que me tienes embobada con tus tatuajes negros en los brazos.